Paraguas* que intenta contener
a mitad de una tormenta que se inicia
aunque no quieras.
Falta de movimiento que te mueve
vaya contradicción
falta que sacude
que te asusta.
Miedo en lo más profundo de tu ser
en lo más hondo de los tuyos.
No entiendo, pero me siento abrazada.
¿Diagnóstico o sentencia?
Las visiones oscuras se despliegan
no descansan.
Pánico de ser carga para los demás
cuánto duele ponerles nombre a las cosas.
¿Desde dónde se leen, se sienten,
se atraviesan esos nombres?
La representación social de la dolencia
los estereotipos.
Mirada compasiva que duele.
Propia y ajena.
Dos caras de la misma moneda.
Palabra que pesa
salir a la intemperie
aprender a decirla, a decirme sin sentir que muero: tengo párkinson.
Aprender a vivir sin la certeza
no atraparme en preguntas sin respuesta
¿Cómo será el proceso?
¿A quién le importa?
Cómo duele imaginarlo.
Aprender a volver
ahora es ahora
el paraguas se voló.
El tiempo se desliza.
Sos la mamá de siempre, dice Abi.
¿Soy la de siempre?
¿Somos los de siempre?
No se te nota, repiten en coro.
Lo noto. No saben cuánto.
Me busco, duele profundo no encontrarse
¿Habrá que seguir detrás
de lo que ya no somos?
Me ahogo. Quiero escapar del tiempo y del lugar
tanto cuesta el alivio.
De a ratos ellos me prestan aire.
Los míos
las chicas de los jueves.
Todos dicen que puedo
no saben lo que duele no poder.
Hacer por los otros, siempre. ¿No es también huir?
Perder el control. ¿Alguna vez lo tuve?
¿Lo tuvimos?
La vida te despeina y es tan de sopetón
qué difícil aceptar la lluvia
con o sin paraguas.
No corras, la lluvia moja igual.
Ser paraguas.
Mirar a los costados del camino, también bajo la lluvia
caminar con los otros
abrazar siempre.
También bajo la lluvia.
* Paraguas: Palabra que utilizó la médica cuando inició el proceso de comunicación del diagnóstico. «(…) estamos frente al paraguas de lo que llamamos síndrome parkinsoniano.»

Andrea Bozzini
Soy Andrea. Nací y vivo en el interior de Buenos Aires. Tengo 48 años, síntomas desde mis 42 y recibí el diagnóstico de párkinson a mis 44 .
Soy mamá de 3 hijos hermosos, soy trabajadora social. Me gusta bailar y hay días en que me cuesta mucho aceptar que ya no manejo mi cuerpo como y cuando yo quiero.
Para mi, luego del diagnóstico fue muy importante saber de alguien que había transitado la vida con la enfermedad. Saber que eso era posible.
El tema de las redes y el apoyo comunitario me parecen algo fundamental. Vital. Todos podemos ser red. Aún sin saberlo.
Me ayudó mucho escribir cuando recibí el diagnóstico. Lo hice con una sola premisa: no borrar.
- Me gusta: bailar
- Detesto: XXXX