La vida te despeina

Soy Andrea, tengo 48 años y recibí el diagnóstico de párkinson a los 44. En ese momento, me ayudó mucho escribir. Lo hice con una premisa: no borrar.
Soy Andrea, tengo 48 años y recibí el diagnóstico de párkinson a los 44. En ese momento, me ayudó mucho escribir. Lo hice con una premisa: no borrar.